En primer lugar, es tener un motivo, un objetivo claro. El filósofo Nietzsche dijo “Quien tiene un por qué, puede con cualquier como”. Cuando tienes que afrontar un reto tienes que poner todo el foco de atención en ese objetivo haciendo el efecto lupa.
Por ejemplo “quiero tener un cuerpo fuerte y atlético” pues si estas convencido de lo bueno que eso te va aportar a nivel físico y mental, tendrás la fuerza y motivación necesarias para ir al gimnasio practicar ejercicio de forma habitual.
En segundo lugar, es: Acortar la distancia entre el esfuerzo y el premio. La motivación, en parte, depende de la fuerza de voluntad y ésta, se va debilitando (igual que un músculo mientras entrenas), pero puedes volver a reactivarla tantas veces como quieras y con más fuerza. ¿Cómo? Con pequeños premios. La clave está en dividir el objetivo global en pequeños objetivos y celebrar cada uno de ellos. Así le estarás diciendo a tu cerebro cuando disfrute del premio “tu sacrificio ha merecido la pena”. Mantén el ánimo y sigue esforzándote par que proto puedas obtener el siguiente premio.
En tercer lugar, o la tercera fórmula para conseguir un objetivo con éxito es teniendo una mentalidad de KAIZEN palabra japonesa que significa: mejora constante e interminable. Esta fórmula es la clave.
Cuando alguien dice: quiero perder peso, pero es muy difícil, coger los kg se cogen enseguida, pero perderlos…. Es igual o más sencillo perder que ganar peso, y encima es más agradecido para nuestra salud. Cuando se te encienden las alarmas y te das cuenta que debes perder peso han pasado muchos años que muy poco a poco has ido cogiendo esos kg de más. No pretendas perderlos en pocos meses. Ten la mentalidad KAIZEN muy poco a poco. 100gramos que pierdas a la semana parece ridículo, pero resulta que un año tiene 52 semanas, lo que supone que a la vuelta de un año habrás perdido 5,2 kg a la vuelta de 3 años estamos hablando de 15,6kg.
Os cuento una historia: Pat Riley, que perteneció a la organización de Los Ángeles Lakers, es el entrenador que más premios ha ganado en la historia de la NBA. Algunos dicen que fue afortunado porque pudo disponer de unos jugadores increíbles. Es cierto que sus jugadores eran increíbles, pero muchas de las personas que tuvieron los recursos para alcanzar el éxito y no lo han hecho de una forma tan sólida. La habilidad de Pat para hacerlo así se ha basado en su compromiso con KAIZEN. De hecho, dijo que al principio de la temporada de 1986 se encontró con un gran desafío entre sus manos. Muchos de los jugadores habían dado lo que consideraban como su mejor temporada durante el año anterior, a pesar de lo cual habían perdido ante los Boston Celtics. A la búsqueda de un plan concebible para conseguir que los jugadores pasaran al nivel siguiente, se decidió por el tema de las pequeñas mejoras. Los convenció de que mejorar la calidad de su juego en un simple 1% por encima de su mejor nivel personal representaría una gran diferencia en su nueva temporada. Eso parecía algo ridículamente pequeño, pero cuando se piensa en doce jugadores incrementando su nivel de juego en un uno por ciento crea un esfuerzo combinado muy grande. El resultado fue que la temporada 1987 fue la más fácil de ganar de las que habían participado. El éxito estuvo en que todos creyeron fácil mejorar el 1% creando la mentalidad del crecimiento. La mayoría de sus jugadores mejoraron en un 5% llegando incluso otros hasta el 50%.
Cuarta formula es que, gracias a esa mentalidad de crecimiento, hará que actives tu sistema de activación reticular, que es la capacidad del cerebro de enfocarse en la información más importante para nosotros. Así cuando tienes un objetivo de mejora, tu mente va a ver y a centrarse en todo lo que sea relevante para mejorar en esa área que quieres y tienes en mente.
La Quinta formula: crea grandes expectativas, a mayores expectativas mayores resultados.
Os cuento otra historia que sirve de ejemplo para ver la importancia de creas expectativas.
Rosenthal Jacobsen hicieron un experimento en la década de los 80 en un colegio de california. Al principio del curso, hicieron un test de inteligencia a todos los alumnos, pero sin conocer los resultados por parte de estos ni de los profesores. Entonces, los investigadores señalaron que algunos alumnos (aproximadamente el 20%) tenían una gran capacidad y probablemente sacaran unas notas excelentes ese año.
Pero, en realidad, ese 20% había sido elegido completamente al azar, por lo que no tenían capacidades innatas, pero al final de año se comprobó que los que pertenecían a ese grupo habían mejorado su rendimiento y su cociente intelectual en mucha mayor medida que los que no.
Y por Último crea palancas, que te ayuden a conseguir tu objetivo. Dame una palanca lo suficientemente grande y moveré el universo. Una palanca efectiva es hacer público tu objetivo, que las personas que te rodean sepan de tu reto. Ya no solamente creas un compromiso contigo mismo sino con otras personas a las que no quieres fallar.
Información y conclusiones sacadas de Manuel Jesús Jiménez y Tony Robbins. Y como decimos siempre os invitamos a complementar este capítulo y enriquecerlo con otras opiniones.
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